El estrés es un síntoma que lo padecemos todos de una u otra forma. Se suele reconocer que el estrés crónico es suficiente para imposibilitar el éxito deportivo. Lo que es interesante, es saber porqué. El deportista sufre un desequilibrio de dos hormonas, un aumento del cortisol y una reducción de las hormonas sexuales.
Muchos creen que al practicar un deporte o correr nos liberamos de esto, y no es así. El estrés es un estado de tensión física, mental y emocional que al ser más intenso deriva en enfermedad, ansiedad y depresión. También afecta al sistema nervioso, al funcionamiento general del organismo y en especial al sistema inmunológico. Especialistas en neurología, detallaron que cuando una persona está sometida a estrés se produce una liberación masiva de componentes hormonales, principalmente de adrenalina y corticosteroides. Esta secreción de hormonas preparan al sistema a una contienda o lucha, con el fin de tomar grandes decisiones. Suele ocurrir, que cuando un buen deportista pierde puede ser por nivel inadecuado de estrés. A veces por excesivo estrés se tiene un bajo control del cuerpo y al tratar de hacer lo mejor posible en una rutina o competencia, no se mide adecuadamente la fuerza. Un atleta bien entrenado puede regular mejor su estrés, ya que éste en cantidades mínimas ayuda a mejorar la capacidad y concentración. Por el contrario, un deportista mal entrenado para regular el estrés, no sólo se estresa en la competencia, sino que puede elevar los niveles por algún otro motivo, como el obtener la medalla de oro, o llegar último a la meta. O bien, el abandono de una carrera puede deberse a los niveles de estrés que tiene el atleta, que en niveles bajos incrementa el rendimiento, pero en niveles altos provoca disminución de las capacidades o un mal desempeño. El deportista de alto nivel sufre el mismo desequilibrio, por eso es para evitar este fenómeno que algunos, de manera ilícita, toman inyecciones de hormonas sexuales. Si un deportista de alto nivel sufre de estrés, los desequilibrios hormonales se añaden, las hormonas sexuales se escasean, y la victoria se resulta... inalcanzable. El estrés no siempre es malo. Para un deportista es importante ya que no puede hacer bien las cosas sin sentir la presión de competir. Sin el estrés de alcanzar la meta no se podría realizar este logro. Y para las atletas coquetas,el estrés tiene que ser moderado; de lo contrario, se envejece más rápido física y mentalmente.
Muchos creen que al practicar un deporte o correr nos liberamos de esto, y no es así. El estrés es un estado de tensión física, mental y emocional que al ser más intenso deriva en enfermedad, ansiedad y depresión. También afecta al sistema nervioso, al funcionamiento general del organismo y en especial al sistema inmunológico. Especialistas en neurología, detallaron que cuando una persona está sometida a estrés se produce una liberación masiva de componentes hormonales, principalmente de adrenalina y corticosteroides. Esta secreción de hormonas preparan al sistema a una contienda o lucha, con el fin de tomar grandes decisiones. Suele ocurrir, que cuando un buen deportista pierde puede ser por nivel inadecuado de estrés. A veces por excesivo estrés se tiene un bajo control del cuerpo y al tratar de hacer lo mejor posible en una rutina o competencia, no se mide adecuadamente la fuerza. Un atleta bien entrenado puede regular mejor su estrés, ya que éste en cantidades mínimas ayuda a mejorar la capacidad y concentración. Por el contrario, un deportista mal entrenado para regular el estrés, no sólo se estresa en la competencia, sino que puede elevar los niveles por algún otro motivo, como el obtener la medalla de oro, o llegar último a la meta. O bien, el abandono de una carrera puede deberse a los niveles de estrés que tiene el atleta, que en niveles bajos incrementa el rendimiento, pero en niveles altos provoca disminución de las capacidades o un mal desempeño. El deportista de alto nivel sufre el mismo desequilibrio, por eso es para evitar este fenómeno que algunos, de manera ilícita, toman inyecciones de hormonas sexuales. Si un deportista de alto nivel sufre de estrés, los desequilibrios hormonales se añaden, las hormonas sexuales se escasean, y la victoria se resulta... inalcanzable. El estrés no siempre es malo. Para un deportista es importante ya que no puede hacer bien las cosas sin sentir la presión de competir. Sin el estrés de alcanzar la meta no se podría realizar este logro. Y para las atletas coquetas,el estrés tiene que ser moderado; de lo contrario, se envejece más rápido física y mentalmente.
Extraído: www.efedeportes.com
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