viernes, 18 de abril de 2008

Será el JUDO el deporte adecuado para mi hijo?


Muchas veces los padres del niño que desea iniciarse en la práctica de Judo llega al Dojo con muchas inquietudes y temores. Se preocupa por la seguridad de su hijo y trae muchos preconceptos que es necesario ir superando.
La gente que es neófita en los asuntos de deportes de combate suele englobarlos a todos en estereotipos como Bruce Lee, Segal, u otros "artistas marciales cinematográficos", es por ello que si su hijo, sobre todo si es muy pequeño pide iniciarse en el Judo la primera reacción es de desconcierto. Al miedo a los golpes y lesiones que pudiera sufrir el niño se suma, el temor por muebles y puertas que, piensan, serán arrasados con patadas de prácticas. Es muy difícil separar los conceptos de artes marciales y patadas y es responsabilidad de todos los que disfrutan de este deporte lograr su difusión y conocimiento.
Las dudas que se plantean son muchas, pero nos detendremos en el análisis de dos de las más comunes: ¿es el Judo un deporte peligroso? y ¿fomenta la agresividad?

¿Es la práctica de Judo peligrosa?
El Judo no es un deporte que ocasione problemas físicos, por el contrario, desde el punto de vista sanitario, tiene especial importancia, ya que interviene en la consecución del bienestar psico-físico en quienes lo practican, mejorando la calidad de vida de la población. La disciplina que impera en el Judo unido a sus exigencias físicas, hacen que sea una actividad muy aconsejable. Sus principales beneficios son: colaborar en el crecimiento del niño; desarrollar cualidades físicas básicas, tales como equilibrio, coordinación, flexibilidad, etc.; mejorar la capacidad funcional; potenciar la musculatura corporal y reducir el riesgo de enfermedades vasculares y degenerativas.
La lesiones son escasas en la práctica habitual. Además, el aprendizaje de una técnica de caída en forma sistemática y regular prepara y acostumbra al cuerpo a evitar lesiones y golpes, no solo en el Dojo (lugar de práctica), sino también en la vida diaria.
Especial atención merece el caso de los menores asmáticos; está reconocido que el deporte es recomendable para estos niños debido a que mejora su autoestima y disminuye su sensación de estar sufriendo una enfermedad crónica. El problema es escoger el tipo de ejercicio, ya que algunos pueden desencadenar el llamado «asma inducido por el ejercicio». El doctor Kriegel, de la Universidad de Magdeburgo, dirige desde hace una década grupos de niños asmáticos que practican judo con resultados muy positivos en el desarrollo de la autoestima. En su trabajo se afirma que este deporte aumenta la sociabilidad y la seguridad en sí mismos de los judokas. Estos dos factores disminuyen la ansiedad del niño asmático y contribuyen a mejorar su pronóstico a largo plazo.

¿Es el Judo muy violento?
Otra aprensión muy común es si la práctica del Judo aumentará o fomentará la violencia y agresividad del niño. Para responder a esto es necesario tener muy en claro la definición del Judo como deporte.
El Judo es un deporte de lucha de práctica individual, con actividad directa, recíproca y agonista. Se práctica en un terreno delimitado y estabilizado, en el que lo único que cambia es el comportamiento de los competidores.
Aquí es necesario diferenciar deportes agresivos y violentos: violento se considera todo aquel deporte que en su práctica requiera la ejecución de actos físicos realizados con violencia (Por ejemplo golpear un balón, golpear la pelota con la raqueta, forzar el cuerpo para lograr un salto con garrocha, etc.), siendo esta una característica del deporte en si. Entonces el Judo, en tanto es deporte, es violento, tanto como el fútbol o el basquet y mucho menos que otros como el boxeo o el rugby.
Otra cosa distinta es ser agresivo, esto hace referencia a una voluntad de "dañar" al oponente. No existe una necesaria correlación entre violencia y agresividad, así uno de los deportes menos violentos en su ejecución, pero más agresivo es el ajedrez.
El judo no es un deporte agresivo ya que la intención no es la de dañar al contrario, sino inmovilizarlo. En la práctica competitiva del Judo es penalizada toda acción encaminada a dañar al oponente, siendo incluso prohibidas en la práctica deportiva aquellas llaves que son generadoras de un índice de lesiones muy alto.
Un niño no será más agresivo por practicar judo y es más, guiado por buenos profesores podrá canalizar su agresividad y lograr un buen autocontrol, evitando conflictos emocionales.
Otro beneficio será el desarrollo de la autoestima a nivel personal, social (escolar) y familiar. Favorece la expresión de la afectividad. Desarrolla la seguridad en si mismo, de la Psicomotricidad y la percepción de si mismo, de los demás y del espacio.

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