El Deporte en Tiempo de Guerra

La guerra de Malvinas comenzaba en vísperas del mundial de España en el año 1982, en el cual nuestra selección iba a defender el título obtenido en 1978, certamen que se llevó a cabo en Argentina bajo el mismo gobierno militar.
En ese marco político, hubo hechos en el mundo del fútbol que se vincularon con la guerra.
Osvaldo Ardiles y Julio Ricardo Villa jugaban en un conjunto inglés ese año, en el Tottenham precisamente. El 3 del abril, día posterior al desembarco en Malvinas, ambos disputaron un encuentro de liga, en el que la hinchada del equipo contrario los silbaba y les gritaba cada vez que agarraban la pelota, pero en el que los simpatizantes de su propio equipo los alentaban con un rotundo "Argentina, Argentina". Hecho curioso si los hay.

El 5 de abril de ese mismo año, Ardiles llegó al país para quedar concentrado en el seleccionado y confesó al diario Clarín: "No sé si volveré a jugar otra vez en Inglaterra". Luego del mundial, regresó al país británico sin problemas.
Los medios que dedicaban sus páginas a redactar crónicas deportivas no quedaron al margen del proceso, de las revistas que giraban en esa época, dos desaparecieron y otra modificó su tirada de semanal a mensual. Unos meces antes la revista "Goles" giró su línea editorial y los principales editores fueron reemplazados por periodistas vinculados a los sectores militares, y desde sus páginas deportivas se narraba sobre la "Gesta de Malvinas".
El fútbol se utilizó en las islas como herramienta de motivación para los soldados argentinos. La revista "El Gráfico" donó, en aquel entonces, mil ejemplares para quienes estaban en las islas. Además un partido de nuestro combinado nacional frente a Unión Soviética fue transmitido por Radio Argentina el 14 de abril. Y la televisión emitió también un encuentro organizado por Agremiados en directo para las Malvinas.
El mismo viernes en que soldados desembarcaban, comenzó a disputarse el torneo nacional y ese fin de semana se jugó con normalidad la Primera división y las categorías de ascenso. El fútbol continuó con su calendario durante la guerra. El 13 de abril, el comité ejecutivo de la AFA decidió nombrar el torneo como: "Metropolitano '82 Malvinas Argentinas" y una semana después lo modifico por: "Soberanía Argentina en las Islas Malvinas"
Aquí quiero establecer un paréntesis para realizar un comentario. Y de un hecho que ocurrió no en 1982 sino en 1986. En ese mundial, disputado en México, ambas selecciones se enfrentaron en la fase final. En aquel recordado partido, Argentina venció a los británicos con el recordado gol que Maradona hizo con la mano. Y en ese momento la gente tomó la victoria como una "revancha" de la guerra, lo que me parece una locura, porque un partido de fútbol tiene revancha, pero una guerra no. No se puede comparar, si bien muchas veces se lo hace equivocadamente, los goles de un partido con los caídos en un campo de batalla. Creo que es una aberración.
Es que el fútbol ha llegado a ser tan importante que ha llevado a los niveles emotivos al máximo, pero se debe entender que es un juego, un deporte.
El deporte, y sobre todo el fútbol, ha funcionado siempre como instrumento de distracción. El mundial de Italia en 1934, los juegos olímpicos de Berlín en 1936, Argentina '78, son claros ejemplos de eventos que han tapado realidades y de las cuales la prensa no ha hablado.
Lo más triste es que muchas veces reacordamos de memoria los 11 titulares de la selección del '82 y no nos acordamos de los héroes de Malvinas, los verdades héroes.
Damián Caglieris
Extraído: www.agenciaisa.com.ar
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