Los Juegos de La Pampa, fueron mis décimos como preparador y mis novenos como técnico. En cada sede que nos ha tocado estar, siempre nos llevamos recuerdos que son inolvidables. Guatraché realmente fue un sentimiento que nos calo muy hondo en nuestras almas y corazones.
El año pasado después de volver de Punta Arenas, ya estábamos investigando dónde quedaba este pueblito que se encuentra en La Pampa; estaremos “en la pampa y en la via?”, cerca están los Amish.., no!! no son Amish, son Menonitas…, fa!!, tantas cosas investigamos sobre Guatraché, que no veíamos la hora de conocerlo. Y llegó nomás el momento de embarcar a una nueva aventura de los Juegos de la Araucanía. Llegamos a nuestra sede un Sábado a las 3 de la tarde y se veía un pueblo tranquilo, prolijo, limpio y sin vicios. En el albergue tuvimos el primer cálido contacto con su gente, nos recibieron con una sonrisa y muy amablemente; por fin estábamos en Guatraché!!. Todo está detalladamente en su lugar, no falta nada y todo está en armonía. Los primeros niños curioseaban a ver de dónde había salido tanta gente, así hicimos amigos como Lucas, Juan, Bonita, Agustina y una banda de casi 20 chicos que nos venían a buscar para jugar al rugby como si fuéramos uno mas del barrio; fueron unos desafíos inmensos esos partidos en el patio del gimnasio municipal. Los días de competencia, estaban los nenes de las escuelas que vestían de blanco las tribunas, aunque sin entender porque esos chicos de afuera vestidos de azul y blanco se agarraban y se tiraban con tanta vehemencia. En el pueblo todos te saludan, todos te regalan una sonrisa, hasta los Menonitas que van al pueblo a hacer algún trámite.
La inauguración de los Juegos fue todo un acontecimiento en el lugar; estaban todos, el comisario, los curas, la intendenta…, no faltaba nadie, hasta Anay estaba!!, hasta ahi..., los Juegos ya habían comenzado.
En el comedor estaba Jorge siempre dispuesto a hacernos sentir cómodos, con nosotros Yanela y Kevin; la Intendenta Nancy que siempre estaba para ver que necesitábamos, Mónica que siempre tenía a punto el agua del mate…, hay muchas cosas hermosas que vivimos en Guatraché y que por mucho tiempo vamos a recordar y seguramente vamos a tener recuerdos bien guardados en nuestros corazones…, y seguramente también, algún día volveremos para sentir ese calor humano y esa paz interior que hemos sentido allá.
No queda mas que agradecer a la gente linda de Guatraché las atenciones recibidas, y como les he dicho a mas de uno; en Guatraché nos hemos sentido como en casa.
No queda mas que agradecer a la gente linda de Guatraché las atenciones recibidas, y como les he dicho a mas de uno; en Guatraché nos hemos sentido como en casa.
Gracias pueblo de Guatraché, Gracias Nancy, jamás los olvidaremos!!
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